He decidido dedicar mi última entrada a la
actual crisis económica y las razones por las que surgió. Creo que
es interesante que todos pudiéramos conocer cuáles fueron los errores que nos
llevaron a esta situación de desastre global para que pudiéramos valorar mejor
el día a día de nuestra sociedad.
El sector inmobiliario es sin duda el motor de
esta crisis que estamos viviendo. Durante algunos años, los bancos otorgaron
préstamos hipotecarios a personas que eran insolventes (personas que no pueden
pagar). Para obtener liquidez, han transformado en acciones los créditos. ¿Pero
dónde nace realmente este problema? La Reserva Federal (FED) de Estados Unidos
en 2001 decide bajar de forma importante el tipo de interés (el EURIBOR
europeo) con objeto de fomentar la economía. Pasó de de un 6% a un 1,75%,
provocando un crecimiento al alza de la actividad económica en el sector inmobiliario
hasta 2004, tal y como ha ocurrido en otros momentos de la historia. Y fue en
este punto cuando los bancos cometen un error que no tendría retorno, la
concesión de hipotecas a las familias con rentas bajas atraídos por el dinero
fácil. Fue con un tipo de interés variable, bajos al principio pero hasta
alcanzar los 18% en 3 años y con condiciones pésimas en contrato (Los créditos
Suprime). Las instituciones bancarias siguieron dando un crédito muy peligroso para
las familias pobres pero desconocían lo que se les iba a venir encima.
Todo esto supuso la crecida de la burbuja
inmobiliaria y los precios de las propiedades cada vez se alejaban más de la
realidad. El riesgo de explosión llevó a la FED
a subir hasta en 17 ocasiones el tipo de interés en Estados Unidos hasta
alcanzar el 5,25% en Junio. Pero ya habían comenzado a caer en bolsa las
empresas inmobiliarias, sumado a los impagos y descenso en picado de la venta
en pisos fueron los causantes del inminente estallido de la burbuja. Desde
Estados Unidos se fue expandiendo hacia Europa y llegó finalmente a contaminar
España.
Como consecuencias, Estados Unidos sufrió la
caída de los precios más fuerte en los últimos 18 años. En España por nuestra
parte, 2,5 millones de morosos, más la subida del impago de la hipoteca, más la
bajada en el precio de la vivienda, y más los efectos que todo esto conlleva:
inflación, paro…
Las cifras no nos indican que hayamos tocado
fondo. Es más, no sabemos hasta donde podemos llegar. Pero lo que de verdad
deberíamos plantearnos es el aprender la lección que tantos años ha pasado ya
por delante de nosotros y hallar definitivamente la fórmula que nos permita no
volver a caer en esta piedra financiera.